Con el objetivo de continuar con mi capacitación y seguir mejorando el nivel del Kali en nuestra región visité nuevamente el país de origen de este arte de combate. Es muy difícil transmitir en un solo artículo esta experiencia, por lo que a continuación desarrollo una breve reseña para seguir en los próximos meses con notas específicas sobre temas relacionados con este viaje.
En la primera parte de mi estadía pude profundizar en mi preparación en el sistema Pekiti Tirsia a través de un entrenamiento personalizado en la casa de mi Maestro y líder de este sistema: Gran Tuhon Leo Gaje, en la ciudad de Bacolod, provincia de Negros Occidental.
Ser recibido por GT Gaje en su casa y compartir buena parte de la vida de su familia es un privilegio que muy pocos pueden disfrutar; entrenar personalmente con este maestro significa hacerlo de la forma tradicional y como se viene realizando en este sistema desde hace décadas: la primera preocupación es lograr un optimo acondicionamiento físico y mental, significa preparar el cuerpo y la mente para sobrevivir, no solo para ganar puntos en un torneo, sino prepararse para tener la resistencia y determinación de atacar y contra-atacar a nuestro adversario hasta que este no pueda seguir peleando, el desarrollo y fortalecimiento del espíritu en este sentido es el principal objetivo, inclusive tiene más importancia que la técnica aislada, ya que es un arte destinado a ser utilizado de manera efectiva en el campo de batalla. Por otro lado cada técnica debe ser aplicada con potencia, timing y precisión, sin estas tres cualidades nuestros movimientos servirán solo para llamar la atención en una exhibición pero no para resolver un combate a nuestro favor. Una vez cubiertos estos aspectos del entrenamiento se trabajó en profundidad en la depuración técnica, pero siempre pensando en la aplicación funcional contra un oponente que se resiste y no colabora.
Durante los momentos de descanso, que no fueron muchos, GT Gaje y su esposa compartieron conmigo algunas impresiones, recuerdos y anécdotas de la historia de su familia, del entrenamiento con su abuelo (Maestro Conrado Tortal) o de los combates y desafíos llevados adelante por el fundador del sistema. Esto también forma parte de la capacitación y ayuda mucho a entender por qué este sistema posee los métodos de entrenamiento que le permitieron ser efectivo tanto en el pasado como en la actualidad. En reconocimiento al esfuerzo que venimos haciendo en Argentina, GT Gaje me propuso viajar con él hasta el pueblo de Isio para conocer la casa en donde vivió con su abuelo y donde de alguna manera todo comenzó para él, cabe mencionar que son contados los practicantes de Pekiti Tirsia que alguna vez llegaron hasta este lugar, aquí es donde entrenó bajo la estricta mirada de su abuelo desde los 6 años de edad.
Durante el tiempo que estuve en Bacolod fui amablemente invitado por GT Gaje a participar de un programa de Televisión en donde me pidió que explicara con detalle cómo estamos entrenando y difundiendo el Kali en Argentina y Latinoamérica. Durante este programa tuve la oportunidad única de dirigirme directamente al público filipino para hablar sobre mi libro “Kali filipino: sus orígenes y conceptos fundamentales”, fue realmente un honor escuchar al aire palabras del maestro Gaje elogiando la labor realizada y tenerlo como presentador de lujo de la obra. Por el gran interés que despertó el libro y a propuesta de Luis Tribaco, (Profesor de historia y conductor del programa televisivo), surgió incluso la posibilidad concreta de traducirlo al inglés y al Ilongo, idioma original de la isla de Negros para su mejor difusión entre la población de las islas.
Puedo decir que fue también otro privilegio poder entrenar, intercambiar experiencias y sobre todo aprender mucho de instructores de Pekiti Tirsia tanto de Filipinas como de otros lugares del mundo, tales como: Guro Michael Franciotti, con más de 33 años de experiencia en este sistema, fue uno de los primeros estudiantes de GT Gaje en Nueva York, algunos de sus compañeros de este grupo fueron Eric Knaus (uno de los fundadores de los Dog Brothers) y Tom Bisio (Campeón del Primer Torneo de Arnis, Eskrima y Kali realizado en Filipinas); Daniel “Mumbakki” Foronda, reconocido luchador en Filipinas de MMA (Mixed Martial Arts), nativo de una de las tribus de la zona norte de Luzón, quien además luchó y ganó en reiteradas ocasiones en los encuentros tradicionales entre tribus en peleas con bastones a contacto pleno sin ningún tipo de protecciones; Ron Kosakovski, instructor no solo de Pekiti Tirsia si no además del sistema Inosanto Blend y de Kun Tao Dumpag, sistema proveniente de la región de Mindanao, en el sur de Filipinas; los miembros del grupo Manila Pitbulls; Maginoo Mandala Rommel Tortal, sobrino de GT Gaje, quien es hoy el principal responsable de coordinar el entrenamiento en Pekiti Tirsia Kali de las Fuerzas Armadas y la Policía en Filipinas.
Junto a estos instructores y otros provenientes de Hawai, Malasia y otras regiones del mundo participé del “Primer curso de capacitación en Armas de Impacto y de Filo” organizado en conjunto por Pekiti Tirsia y la PNP (Philippine National Police), la aprobación de este curso otorga una licencia avalada por el gobierno de Filipinas para entrenar en este terreno a civiles, fuerzas armadas y de seguridad de todo el mundo.
Este curso constó de un entrenamiento cruzado con miembros de los comandos “SAF” (Special Action Force) grupo de élite perteneciente a la PNP, y de los “Recon Marines” (abreviación de Force Reconnaissance Marines) de Filipinas. Ambos grupos son entrenados oficialmente por el sistema Pekiti Tirsia desde hace años. Poder entrenar con algunos de los miembros de los “Force Recon Marines” significó intercambiar técnicas y aprender de personas de carne y hueso que utilizan este sistema no para jugar o para ganar un trofeo sino para sobrevivir en la selva de Mindanao. Más allá de la opinión personal sobre el conflicto que se desarrolla en esta región, es un hecho que esta zona es uno de los pocos lugares en el mudo en donde actualmente las armas de filo son utilizadas en una guerra con la misma regularidad que las armas de fuego. Por eso el examen de cada técnica para esta gente es muy simple: si no les funciona lo que entrenan pierden su vida, así de sencillo, de esta manera cada técnica en el Pekiti Tirsia está siendo testeada día a día en el campo de batalla.
Como cierre del curso fue requisito cumplir con lo que se denominó Skill test, algo así como examen de habilidades, en donde cada participante debía poner en práctica lo entrenado durante el curso haciendo peleas a contacto pleno con bastones de rattán, utilizando como protecciones solamente una máscara de esgrima y guantes. Ningún practicante o instructor que pretenda representar a este sistema puede evitar la práctica permanente del combate y el sparring a contacto pleno, es parte inseparable de su naturaleza, y así quedó demostrado al finalizar este curso.
Tanto el entrenamiento personal con GT Gaje como el curso posterior fueron experiencias muy duras, con una exigencia física muy alta, que requirieron de mucha resistencia, pero al mismo tiempo fueron experiencias muy enriquecedoras, ya que pude descubrir en un mismo proceso nuevas facetas y elementos de este sistema y de la cultura que le dio origen; pero además fue enriquecedor en lo personal porque pude descubrir y profundizar en mis propias debilidades y fortalezas. Tal como empecé a vislumbrar en mi primer viaje este proceso es muy largo y tal vez nunca termine, pero en mi opinión eso es lo interesante, el proceso mismo del aprendizaje a través de la experiencia. En ese sentido creo que un buen instructor o entrenador no es aquel que defiende su posición como si fuera una propiedad, si no aquel que logra ayudar a sus estudiantes a crear un buen ambiente de práctica en donde logren descubrir sus propias fortalezas y debilidades para poder trabajar en ello, aquel que logra mostrar la mejor forma para resolver esos problemas pero sin dogmas, sin verdades anquilosadas, si no a través de la experiencia de cada uno. Con esa calidad de instructores tuve la suerte de encontrarme en este viaje y tomando estos ejemplos es como deseo trabajar para difundir el auténtico Kali filipino.